Los griegos concibieron el juego infantil como una imitación de las ocupaciones de los adultos y como preparación de los niños para su futuro. En 2010 se encontró, en la necrópolis del sur de la ciudad griega de Emporion, una figurita de los siglos V-IV a. C. que aludía a un oficio. El panadero, sentado en un taburete, sujeta con la mano derecha una pala circular que contiene cinco panecillos redondos y una barra. En la figura se aprecian las facciones de la cara: ojos, nariz, boca. Esta figurita, habitual en la época griega, fue hallada en una tumba infantil.