El praxinoscopio de proyección fue el primer aparato que se comercializó (1882) capaz de proyectar dibujos animados, mucho antes que se pudieran proyectar imágenes fotográficas en movimiento (cine). Fue inventado por Émile Reynaud, considerado el padre de las proyecciones de cine de dibujos animados y uno de los precursores del cine, tomando como base y fusionando la técnica del praxinoscopio, para la animación de las imágenes, y la de la linterna mágica, para su proyección.