De los nombres propios de la inscripción puede deducirse que se trataba de esclavos liberados. Si una antigua esclava disponía de suficiente dinero para dedicarle aquella estela a su marido muerto, eso significaba que había ascendido socialmente, pero también económicamente.
La embarcación, representada en el tímpano de la estela, era frecuente en los puertos medianos del Mediterráneo en la segunda mitad del siglo II d. C. y comienzos del III.