En un primer plano, Esplugues destaca la actividad marinera, las casas y los edificios más singulares de la ciudad: la basílica de Santa Maria y las iglesias de Sant Josep y de Santa Anna. En segundo término es muy interesante la visión de los núcleos industriales, como por ejemplo el vapor Gordils, Busquets i Sala, Artigas Massó i Joaquim Esquerra, la calle de sant Agustí, con la primera estación del ferrocarril delante y el cable del telégrafo. Finalmente, el pintor describe los alrededores de Mataró con elementos característicos como el cementerio, el salto de agua, Can Boada y el castillo de Burriac.