Baptisterio procedente de la basílica paleocristiana de Bovalar formado por un baldaquín y una piscina de inmersión. Su datación se enmarca en el contexto de una reforma general de la basílica en el siglo VI d.C. Conjuga arquitectura y escultura y está considerada una obra singular dentro del patrimonio territorial. Estaba cubierto con una bóveda de cañón reforzada y soportada con un sistema de seis arcos de herradura y columnas, que daban una gran monumentalidad a la piscina de inmersión.