El yacimiento de Genó (Aitona) es uno de los más emblemáticos de la edad del bronce en el Pla de Lleida (1250–1200 a.C.). De allí procede un importante conjunto de utensilios cerámicos que deparan alguna sorpresa interesante, ya que los análisis realizados han permitido identificar los productos que contuvieron. En las tinajas de formato grande y mediano se almacenaba agua, miel, harina, sal, cereales, grasa de origen animal —quizá un tipo de conserva de carne (tupina)— y cerveza.
La vajilla de mesa mostraba restos de grasa animal, miel, sangre, cereales triturados y hervidos, productos lácteos con cereales y puré de habas. En cuanto a las urnas, tazas y recipientes de cocina, habían contenido miel con moras y miel con frambuesas, harina gruesa de bellota, cereales hervidos, sal y productos lácteos. La cerveza de Genó es, por el momento, una de las más antiguas fabricadas en la Península Ibérica.