La cocina de carbón, conocida popularmente como cocina económica o «puela», era un aparato doméstico indispensable en los hogares catalanes hasta muy entrada la segunda mitad del siglo XX. A primera hora de la mañana, el ama de casa encendía la cocina con hojas o papeles y la mantenía encendida todo el día, pues hacía las funciones de cocina, horno y estufa. El principal combustible que se utilizaba era el carbón, que se podía adquirir en las numerosas carbonerías que había en todas las ciudades.