La rápida evolución de Leonci Quera hacia la abstracción es fruto de una coherente y sólida trayectoria. Esta pieza es el punto y final de un viaje escultórico que se inicia en un estilo figurativo que rápidamente, y desde una perspectiva personal, va cogiendo unas formas cada vez más simples, hasta llegar a la estructura y a los planos como protagonistas.
El ritmo de las formas de esta escultura nos habla de la importancia del espacio, de los espacios que se crean y del entorno que los acoge.