En el año 1948, Antoni Tàpies, Joan Ponç, Joan-Josep Tharrats, Arnau Puig, Modest Cuixart y Joan Brossa fundan la revista Dau al Set, de contenidos estrictamente artísticos, plásticos y literarios (con la incorporación posterior de J. E. Cirlot), donde a menudo reproducían sus obras. En esta época, su mundo expresivo está claramente relacionado con la estética surrealista e influido por la obra de Joan Miró, que tanto interés había suscitado en todos ellos y en los creadores inquietos que trabajaron en aquellos años de clausura estética, moral y política que se vivía en Cataluña.
El arte mágico de Joan Ponç, Antoni Tàpies y Modest Cuixart, que se sitúa entre los años 1946 y 1955, hace de puente entre las experiencias previas a la Guerra Civil —las del ADLAN y del GATCPAC— y el surrealismo de posguerra. Al mismo tiempo, les atrapa un espíritu de compromiso y de denuncia practicando un arte no muy bien recibido.
Mundos fantásticos y demoníacos, poéticas inauditas e impactantes y espacios abarrotados de hechicería y brujería configuran el espíritu de lo que fue Dau al Set, un grupo de arte innovador que dejó una fuerte huella en las generaciones posteriores.
Las obras de esta sala provienen del legado del matrimonio Pepita y Alfons Moncanut i Geli (1962), coleccionistas del arte catalán más canónico —hoy también en nuestro museo– que establecieron una estrecha amistad con estos pintores, fruto de los vínculos familiares con Tàpies y Cuixart.