Hacia los años treinta surge un surrealismo propiamente ampurdanés, inspirado en su geografía natural y representado por Joan Massanet y Àngel Planells.
El referente figurativo del paisaje de L’Empordà se transforma en color y materia con los artistas de los años cincuenta, inmersos en una serie de especulaciones plásticas y actitudes colectivas que derivarán en grupos como Indika (1952), la Primera Manifestación Pictórica de Arte Contemporáneo Ampurdanés (1960), o el Grupo 5 (1973).
El arte experimental con el que trabajan estos pintores parte de la abstracción, que deriva en el informalismo de Joan Massanet, Ramon Molons y Miquel Capalleras, en el gestualismo de Bartomeu Massot i Patxé, en el constructivismo de Joan Sibecas, en la abstracción cósmica de Evarist Vallès, en el suprematismo de Joaquim Llucià, en el cinetismo de Puig Manera, en la nueva figuración de Marià Baig y Felip Vilà o en el expresionismo de Moisès Sidrach y Joan Paradís. En el año 1984 Ansón, Lleixà, Ministral, Pujolboira y Roura crean el Grupo 69. Son pintores que tienen en común la libre interpretación del paisaje.
En definitiva, la obra de los artistas ampurdaneses deja paso a la variedad de disciplinas estéticas propias del carácter interdisciplinario de las últimas tendencias, y las colecciones del Museo del Empordà siguen creciendo con la obra reciente de los artistas más representativos del arte actual.