Guadamecí con la imagen de san Pablo, vistiendo una túnica verde. Se identifica por sus atributos personales: la espada y el libro de sus epístolas.
El fondo de la obra es dorado y ha sido ferreteado con punzones triangulares, de modo que produce gran variedad de reflejos que confieren a la obra una sensación de relieve. Algunos autores plantean la posibilidad de que este tipo de piezas formasen parte de una obra mayor, o bien de un frontal de altar o de un retablo, y que hubiesen sido recortadas. Una segunda posibilidad es que fuesen concebidas como obras exentas de un programa iconográfico de mayor envergadura.