Esta punta de arado de hierro se encontró en uno de los patios exteriores de la casa señorial. El arado romano estaba formado por una parte delantera, llamada timón, de la que el animal tiraba; una parte posterior con forma curvada a modo de mango, llamada esteva, que servía para dirigir el trabajo del arado; y la parte donde se encuentra la reja o la punta que se clavaba y servía para remover la tierra.