Durante el primer tercio del siglo XX, la industria catalana vive una etapa de diversificación, caracterizada por la extensión de la electricidad y de los derivados del petróleo. El movimiento obrero se consolida con la fundación de la CNT (1910) y consigue la instauración de la jornada de ocho horas (1919). Durante el decenio de 1920 se inicia la primera gran ola migratoria procedente del sudeste peninsular.
Desde 1901, el mapa político está protagonizado por la Liga Regionalista y de los partidos republicanos. La Mancomunidad de Cataluña (1914-1925) fusiona las diputaciones provinciales, bajo la presidencia de Enric Prat de la Riba. Con la proclamación de la Segunda República, en 1931, se da paso a la creación de la Generalitat. Francesc Macià y Lluís Companys, de Esquerra Republicana de Catalunya, son sus sucesivos presidentes. El golpe de estado militar de julio de 1936 inicia tres años de cruenta guerra civil. La victoria franquista el año 1939 señala el inicio de una larga dictadura y la abolición de la autonomía.