Ismael Smith i Marí (Barcelona, 1886 - White Plains, Nueva York, 1972) es uno de los artistas catalanes más peculiares de finales del modernismo, principios del novecentismo y consolidación del art déco. A lo largo de su producción, Smith destacó en los campos de la escultura, el dibujo, el grabado y la ilustración. Fue el primer artista plástico que Eugeni d’Ors incluyó entre los novecentistas. Smith se caracterizó por unos dibujos irónicos y elegantes, llenos de sarcasmo y, a menudo, con una fuerte carga erótica y gran ambigüedad. Formó parte de la colonia de veraneantes de Cerdanyola en las primeras décadas del siglo XX, muy cercano a Enric Granados, Ramon Garriga, la familia Togores y los hermanos Roviralta, propietarios de la fábrica Uralita. Instalado en Nueva York desde 1919, murió olvidado en un hospital psiquiátrico.