Martillo de corte de forma alargada, con un agujero para encajar un mango de madera. Esta herramienta de hierro tenía un extremo en forma de hacha que servía para marcar y cortar la piedra, mientras que el otro extremo se utilizaba para picarla o romperla. Herramientas como esta se utilizaron en la extracción de los grandes bloques de piedra procedentes de la excavación del foso o de la explotación de las canteras, situadas al norte y al sur del Puig de Sant Andreu, que posteriormente se utilizaron en la construcción de la muralla.