En la cerámica ibérica pintada, cabe destacar un tipo de producción decorada con pintura blanca. Los jarrones son las piezas más habituales que presentan este tipo de decoración. Los principales motivos decorativos son geométricos y vegetales y se encuentran principalmente en la parte superior de la pieza decorada. Su hallazgo es relativamente escaso en los yacimientos del nordeste peninsular.