Algunos de los ejemplares fósiles descubiertos en el yacimiento son ejemplares únicos, y su estudio ha proporcionado nuevas especies y géneros, que en muchos casos han sido bautizados con el nombre de sus investigadores, del pueblo, de la comarca o de la región: Alcoveria brevis, Tarracolimulus rieki, etc.
El grupo al que pertenece el Alcoveria brevis, los celacantos, se consideraba extinguido hace 80 millones de años. Sin embargo, a principios del siglo XX, un pequeño barco de pesca, cerca de las islas Comores, descubrió entre sus redes una especie desconocida que, una vez estudiada, se determinó que pertenecía al grupo de los celacantos.