Ánfora romana de arcilla torneada utilizada para el comercio marítimo en una zona de constantes intercambios de productos como era la zona del Mediterráneo. El ánfora tiene la configuración adecuada para poder transportarse: amplias asas y una parte baja estrecha para facilitar el almacenaje durante el viaje. Las ánforas cerámicas se elaboraron a gran escala, y muchas se reutilizaban para la construcción de tejas o canalizaciones de agua. Esta pieza del Museo de Calella presenta un buen estado de conservación.