Baldosa de finales del siglo XIX y principios del XX de estilo modernista con decoraciones vegetales.
Forma parte de un conjunto de siete piezas donde se representan frutas de color amarillo y hojas sobre un fondo ocre, envueltas de una cinta de color azul. Las baldosas de arcilla como esta servían para decorar las paredes de las casas calellenses y de toda Cataluña.
Representaban diferentes motivos, desde los trabajos tradicionales con finalidad de conservar la memoria del pasado, hasta formas vegetales con finalidades estéticas.