En el año 1987 se hizo un descubrimiento sensacional en la villa romana de Vilauba (Camós). Al pie de la pared oeste de una habitación o larario de la parte alto imperial (I-III d. C.), dedicada al culto doméstico, se recuperaron tres figuras de bronce, con sus pies troncocónicos, que correspondían a una Fortuna, un Mercurio y un Lar. Este tipo de dioses son los que se encuentran normalmente en las casas de campo romanas, donde la devoción por la riqueza, el comercio y los antepasados superaba de largo la que tenían los grandes dioses del panteón romano.