Los cremalls son la herramienta principal en el hogar o en la cocina. Sirven para mantener colgados los calderos y ollas cerca del fuego. Realizados y forjados a menudo por herreros del país (muchos datan de los siglos XVIII y XIX), acaban convirtiéndose también en elementos decorativos, ya que incorporan numerosos símbolos, figuras alegóricas y geométricas. Los cremalls eran asimismo un elemento simbólico que indicaba el estatus social de la casa y que solía relacionarse con su potencial económico.