Los dos maniquíes representan a personajes de la corte de la época Qing.
El hombre lleva una trenza hecha con pelo natural que le llega hasta la cintura y la mujer lleva el pelo en un recogido alto adornado con una diadema dorada decorada con perlas y piedras que imitan el jade, símbolo de la pureza, el valor y la sabiduría.
La indumentaria de los dos personajes está bordada con hilos de seda y de oro, con la representación de dragones, nubes y flores que simbolizan la felicidad, la inmortalidad y el poder.