Algunos tejidos actuales cubren necesidades de nuestro tiempo como es la gestión más eficiente de los recursos medioambientales. El césped artificial se desarrolló en la década de los 60 con el objetivo de racionalizar el consumo de agua y pertenece a la familia de los tejidos de pelo. Se elabora a partir de dos tecnologías: el tufting y el tisaje de terciopelo. En el primer caso, los penachos de pelo se insertan en un tejido base; en el segundo, se tejen dos tejidos, uno encima del otro, unidos por unos hilos de unión. Estos hilos se cortan una vez hecho todo el tejido y así se obtienen dos tejidos de pelo.