Representa a Quetzalcóatl en su aspecto de dios del viento, y fue una de las divinidades más importantes que eran adoradas en México-Tenochtitlán.
Según la mitología de los pueblos que ocupaban el centro de México, Quetzalcóatl, también llamado Ehécatl, tuvo un papel fundamental en los mitos de creación, como dios creador y héroe cultural. Junto con Tezcatlipoca, dios de los gobernantes, sacerdotes y guerreros, creó la Tierra y el cielo. Rescató a los osos de los hombres que estaban en el inframundo y así creó la humanidad actual, el Quinto Sol, en la ciudad de Teotihuacan.